El tacto es uno de los cinco sentidos básicos de los seres humanos (junto al gusto, el olfato, la visión y la audición). Se trata de aquel que permite percibir sensaciones de contacto, temperatura y presión.
Los bebés desde muy temprana edad, son capaces de coger objetos y metérselos en la boca, sin mirarlos; para ellos es su primera fuente de placer, aprenden a conocer los objetos chupándolos. Es importante que les dejemos ponerse cosas en la boca, ya que a partir de ahí irán conociendo su entorno y sabrán distinguir cualidades agradables o desagradables de los objetos.
En la Escuela Infantil el sentido del tacto es, quizá, el que más se tiene en cuenta a la hora de realizar actividades, ya sea porque disponemos de muchos más recursos o porque muchas de las tareas de manipulación y experimentación trabajan este sentido.
Tenemos que tener en cuenta, además, que no solo debemos trabajar con las manos, ya que la sensibilidad tactil, está desarrollada también en la cara y en las plantas de los pies.
El Material Montessori que trabaja el sentido del tacto se podría agrupar en:
Con las Tablas liso-áspero trabajamos la discriminación de la rugosidad
Con las Cajas con telas de colores trabajamos la percepción de las texturas
Con las Tablas de madera de diferente peso trabajamos la percepción del peso
Con el Juego de cilindros de distinta temperatura trabajamos el desarrollo del sentido térmico
Algunos ejemplos que podemos hacer en casa o en la escuela son:
En Aprender en Casa dejan este material que se trata de un rectangulo de madera en el que se ha pegado otro rectángulo más pequeño de pepel adhesivo liso y papel de lija. Se puede palpar con los ojos cerrados o abiertos.
En La Sonrisa de Arturo nos presentan este juego de texturas elaborado a partir de unos marcos de foto rellenados con velcro, cartón de canutillo de una caja de galletas, y parte del gorro de Papá Noel.
En Crea Momentos nos enseña una actividad en la que participaron sus hijos cuando los llevó a una jornada de la firma Tuc-tuc. Unas alfombras de texturas que la podemos realizar con la alfombra Bälum de Ikea u otras que encontremos, añadiéndoles materiales/telas diferentes.
Tambien sería ideal hacerse de muestrarios de telas ya que son muy recogiditos y tienen una variedad muy amplia de texturas.
Para trabajar el sentido térmico gastándonos poquito, podremos utilizar botellas llenas de agua a diferentes temperatura.
En Los Niños y la Biblia nos muestran este pez arcoiris elaborado por los niños con diferentes materiales.
En la Clase del Pato Paco, en Sonrisas y Garabatos y en Luna Lola se han fabricado estas alfombras sensoriales tan chulas y sencillas.
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