El Otoño parece que ya ha llegado "por fin" a Sevilla, y es que al verano le cuesta mucho decirnos adiós.
En estos días el aula se va llenando de colores marrones, amarillos, naranjas, rojos con el fin de ir creando un ambiente idóneo para trabajar y llamar la atención de los peques.
Vivimos en un entorno urbano y cuando me planteo trabajar con mis niños, mis pitufos, con elementos naturales es bastante complicado, pero no imposible. Hace unas semanas les pedí a las familias colaboración para que me trajesen (en el caso de que fueran al campo, parque) hojas secas, castañas, bellotas, y todo lo que se les ocurriese que tuviera relación con el otoño.
¿Cómo trabajamos en el aula pitufa?
Teniendo en cuenta que es un aula mixta de quince bebés (desde los seis meses, cumpliendo el año, hasta -en estos momentos- con veinte meses) y cada uno tiene un ritmo madurativo y de aprendizaje; no me he planteado más que disfrutar del momento manipulando y observando elementos de la naturaleza.
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Nuestro cesto del otoño |
Actividades planteadas
- Descubrir y tocar hojas secas de distintas formas y tamaños
- Tirar las hojas por el aire
- Desmenuzar las hojas secas
- Frotar las hojas
- Meter y sacar los elementos otoñales del cesto
- Hacer rodas las calabazas
- Hacer sonar las calabazas
- Tocar y ver la diferencia entre ambos tipos de calabaza (liso/rugoso)
- Meter en recipientes castañas, bellotas, nueces y escuchar el sonido que hace
- Jugar, jugar y jugar con todo ^-^
Todo lo guardamos en el cesto y las hojas secas en una bolsa, nada la dejo al alcance de los niños ya que no me fío de las bellotas, castañas incluso de las hoja, así que cuando volvamos a querer manipular estos maravillosos elementos otoñales se los pongo a su altura (incluso yo me pongo a su altura para poder observarlos mucho mejor e intervenir siempre y cuando fuese necesario).
Espero que este "pedacito" de experiencia en mi nueva aula bebé os haya gustado tanto como a mi.