Aquel 17 de septiembre de 2013 no se nos olvidará en la vida, y no porque sea nuestro aniversario de bodas, no, sino porque nos enteramos de que tu, mi niña bonita, mi María, estabas dentro de mi ^-^
¿Qué hicimos? Pues además de llorar de felicidad, nos vestimos y fuimos a casa de los abuelos a darle la noticia. ¡¡Siiii!! fuimos muy rápidos, pero esa noticia no podíamos guardarla tan fácilmente.
El primer trimestre fue algo complicado, se me presentó un hematoma más grande que tú, y nos asustamos mucho cuando nos diagnosticaron riesgo de aborto. Ese día tampoco creo que se me olvide en mucho tiempo. Fuí con mi madre a comprarme un sujetador, porque las hormonas habían hecho estragos ya, y no me encontraba muy bien, y al llegar a casa ... ¡¡¡madre mía!!! ¿una regla?¿qué era eso? Llamé a papi, y luego a mi madre y nos fuimos los tres (bueno los cuatro) a urgencias, yo iba con la cara como el papel, y el camino del coche se me hizo eterno.
La tranquilidad llegó cuando vimos que tu corazón parpadeaba rápidamente como una estrellita, aunque la semana siguiente nos dijeron la noticia del "pequeño hematoma".
Además de esto, digo que el primer trimestre fue complicado porque todos los síntomas habidos y por haber yo los tenía: Nauseas que se convirtieron en vómitos, cansancio, incluso ardores. El baño era mi segundo hogar hasta que me compré un cubo y lo puse bajo mi cama (bendito cubo). Incluso hubo una semana que me ingresaron porque no dejaba de vomitar y no tenía cuerpo de comer, pero todo fue bien.
Y llegó el segundo trimestre los vómitos fueron desapareciendo poco a poco, los ardores de vez en cuando nos saludaban pero encontré un pequeño remedio: chicle con azúcar (bubaloo de fresa, que rico) que me calmaba un poco. Pude incorporarme al trabajo, y fuí persona humana ¡¡¡yuuupiiiii!!!.
Comencé a lucir tripa, que orgullosa estaba de ella, ya me daba mis paseitos, y las abuelas se pusieron como las locas a comprar y hacer vestidos, porque a las 12 semanas nos dijeron en la primera dopler que eras un ochenta por ciento niña (pero entre tu y yo: Yo lo sabía desde del minuto dos), estabas con nosotros María querida.
Y por fin llegó el tercer trimestre, seguía presumiendo de tripón, aunque las taquicardias y el cansancio llegaron pronto, y es que las eco-grafías presagiaban que ibas a ser una niña muy grandota.
Tuve que darme nuevamente de baja (muy a mi pesar) pero la ceática no dejaba agacharme con facilidad (menos mal que luego no me dió la lata) y no era justo ni para mis duendes ni para mi tampoco.
Pasaban los días pero verte la cara me suponía una eternidad, no quería dejar de lucir tripa, y es que durante nueve meses no era tripa de gases ^-^ jejej es broma, mi barriga, tu primer hogar, me hacía taaaaan feliz que no quería que la desalojaras, y es que a pesar de lo complicado que fue al principio, porque querido bebé, lo fue y mucho, esas cosas se van olvidando cuando tus primeras patadas, tus hipos y ese corazón se dejó sentir por primera vez, y por segunda, tercera... etc
El embarazo es un estado maravilloso, no me cabe duda.
A las cuarenta semanas estabas tan agusto que no había ni dilatación, ni pinta de parto ni nada de nada, solo contracciones de vez en cuando, y tus movimientos: maaaaadre mía, la barriga se deformaba cada noche de una manera increíble.
La ginecóloga nos propuso inducir el parto a las cuarenta y una semanas, y así se hizo; el Miércoles 4 de Junio de 2014 a las cinco de la mañana dije de no dormir más, sería emoción, nervios, miedo a lo desconocido... y a las siete estábamos desayunando (maldito desayuno, me estuve acordando durante todo el proceso del parto).
A las nueve teníamos ya el quirófano y nos conectaron a monitores, pero la pastilla no hizo mucho efecto, ya que al medio día solo había un centímetro de dilatación (eso y na' es lo mismo, como se suele decir en mi tierra). Aunque los dolores de parto comenzaron a aparecer y dooooloooooorrrrrrr ¡¡si!! duele, porque las contracciones que yo conocía eran como dolores fuertes de regla y bueno, eran casi soportables. Pero estas contracciones yo no quería soportarlas porque no iba a ser más madre que nadie por ello, así que la bendita epidural vino a mi, y conocí la gloria.
La bolsa pudieron romperla """por fiiiiin""" aunque costó muchísimo, pero con la anestesia noté NADA, aunque de la impresión vomité oootra vez (y es que cuando me cogieron la vía por la mañana lo hice también, de ahí que me acordara del desayuno).
Sobre un poco más tarde de las cuatro, la matrona al explorarme se asombró de que ya había cuatro centímetros así que con la maniobra de Hamilton, logró ponerlo en nueve centímetros: ¡¡No nos lo podíamos creer!! Así que un poco antes de las seis de la tarde, ya había preparado todo para nuestro parto.
Nos pusimos en posición y aaaaaaaaaaa empuujaaarrrrr!!!!!! María nació a las seis y veinte con un peso de tres kilos setecientos cuarenta gramos y un cuerpito de cincuenta y cuatro centímetros de perfección.
La miré, la besé, lloré... que de sensaciones juntas, más maravillosas e imposible de describir.
Han sido las cuarenta y una semanas más felices de mi vida (hasta ahora, claro).
Ah el post parto lo dejo para otro capítulo, porque tiene "tela, marinera".
Creo sin duda, que es el post mas bonitode tu blog, qué bonito.
ResponderEliminarYo también tengo mi resumen embarazo y con fotos correspondientes....pero en mi diario.
Gracias por compartirlo wapa, me ha emocionado y he recordado el mío...buuuaa buuuaaaa.
besitos para las dos.
¡Qué ilusión! ¿verdad? Es que vale muchísimo la pena. Y cada día que pasa después del parto y miras su carita y las cosas que va haciendo, te va haciendo cada vez más feliz. Disfrútala mucho porque crecen a una velocidad muy grande. Hazle muchas fotos y vídeos, que seguro que te lo agradecerá cuando crezca. Y si quieres un consejo, no esperes mucho a ponerle la ropita que tienes: al crecer tan rápido casi no te da tiempo a ponérsela toda. Yo le ponía algo nuevo cada día, aunque fuera para sacarle una foto. Y menos mal que lo hice, porque hay cosas que solo le pude poner una vez. La mía ya tiene 4 meses y medio y es súper despierta y se ríe mucho: es la alegría de la casa. En cuanto al post parto, ya nos dirás, pero al final todo pasa ;)
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