Con la llegada de las vacaciones de Verano comienzan los días de playa, piscina... Sin duda este tiempo de ocio al aire
libre es de lo más beneficioso para nuestros pequeños; es importante que
reciban baños de sol, para que puedan generar vitamina D. Pero siempre debemos controlar esta exposición ya que los efectos del sol pueden ser nocivos para su piel.
La piel de los niños menores de 2 años tiene rasgos anatómicos y
funcionales que la hacen más susceptible a los daños de la radiación UV,
principal causante de los daños en la piel, y se recomienda que no se expongan
al sol, aunque su rutina a esta edad lo hace complicado.
Por ello os damos una serie de consejos para proteger la piel
de nuestros niños y bebés:
- Evitar el Sol e intentar circular por la sombra.
Aprovecha la sombra y los paseos por zonas arboladas y evita la
exposición directa al sol.
- No cubrir la capota del cochecito.
Muselinas, sábanas, toallas... se suelen utilizar para proteger al bebé del
sol y facilitarle el descanso sin que los rayos solares le enfoquen directamente.
Puede parecer una práctica inofensiva o incluso beneficiosa para el pequeño,
pero en realidad es todo lo contrario, puede desencadenar una subida drástica
de la temperatura en el interior.
El interior del cochecito se convierte en un invernadero, muy
peligroso para el bienestar del pequeño, por el calor sufrido y por el hecho de
que, al ir cubierto, si tiene algún tipo de problema, los padres no se dan
cuenta porque no le ven.
Por ello es mejor utilizar una sombrilla alta para proteger el
cochecito o usar la sombrilla que viene con el cochecito y que está pensada
para una óptima circulación del aire en su interior e incluso capotas que
cubran lo máximo posible del sol.
- Aplicarles una protección solar pediátricas.
El factor de protección solar de una crema amplía el tiempo que la piel
tarda en quemarse. Pero, ¿Cómo funciona? El factor de protección solar 10
multiplica por 10 los minutos que una piel tarda en quemarse. Así, protegida,
la piel no se quemará hasta que transcurran 100 minutos. No obstante, se
recomienda no permanecer al sol más del 60 por ciento del tiempo que otorga la
protección.
- Beber líquidos de manera continua y no exponerles al sol en las horas
centrales del día, horas de máxima radiación.
- Cubrirles la piel bien con ropa y elementos
protectores (gorra, camisetas, gafas de sol adecuadas), en las horas en las que
los rayos solares son especialmente intensos, es decir, entre las 12.00 y
las 16.00 horas.
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