Llevaba algún tiempo queriendo visitar el acuario, y aprovechando que a mi bixi, como a cualquier otro niño de su edad ( veinte meses ) le encantan los animales, no lo pensamos mucho y este fin de semana decidimos que era el momento de la visita.
Justamente al lado hay un aparcamiento subterráneo desde donde accedimos fácilmente a la entrada. Aprovechamos que era la hora de merendar y nos sentamos en la cafetería situada al lado de las taquillas. Nosotros nos pedimos algo y le dimos lo que nos llevamos para mi bixi.
Los niños menores de cuatro años no pagan entrada, y los adultos son 15 €.
El Acuario de Sevilla está contextualizado en el marco histórico del viaje que realizó Magallanes alrededor del mundo, tomando como punto de partida el Puerto de Sevilla.
Una amplia variedad de especies y ecosistemas representan la biodiversidad de ríos, mares, junglas y océanos del planeta, a lo largo del recorrido.
El recorrido es bastante cómodo para poder ir con un carrito de bebé aunque mi bixi fue andando corriendo a todos lados alucinando ante tanto pez junto y de considerables tamaños ^-^
Alucinó con los tiburones y cuando llegó a los caimanes exclamó ¡¡Coooc!! (he aquí la gran influencia de los cuentos del simpático cocodrilo).
En el Oceanario fue donde más tiempo nos detuvimos para poder observar a los tiburones y a otras especies que allí se encontraban.
También añadir que este día, quizá por ser un viernes víspera de festivo, no había mucha gente y podíamos detenernos todo el tiempo que mi bixi quisiera.
Nuestra visita duró hora y media, pero estoy segura de que podría durar algo más si vamos acompañados de niños mayores a los que vamos explicando las especies que se encuentran en cada acuario.
Si tenéis pensado viajar a Sevilla con niños, esta es una parada en la que van a disfrutar muchísimo, además hay actividades para niños como es la "noche con tiburones" y "cuentos vivos".
