Nuestro cesto de los tesoros

Mi Bixi con su cesto de los tesoros

Cuando le das un juguete a un  bebé lo observa, lo manipula, se lo lleva a la boca. A los bebés no les interesa el juguete sino el objeto en sí, los nuevos descubrimientos y experimentar con lo que le rodea. Elinor Goldschmied es la creadora de una propuesta de juego y aprendizaje llamada "El cesto de los tesoros". Este juego se ofrece a los niños/as en el primer año de vida cuando ya son capaces de mantenerse sentados. 

Se trata de un juego que fomenta el aprendizaje a través del descubrimiento que hace el niño y en el que alcanza,por sí mismo, nuevos conocimientos. 

El adulto sólo es un observador, una presencia que no interfiere en la acción del niño: es éste quien actúa desde su íntima voluntad y construye libremente su aprendizaje.

Desde hace un mes (seis meses) mi Bixi se mantiene sentada sin ayuda y está experimentando con el cesto de los tesoros. 

Nuestro material

 ¿Qué materiales hemos utilizado?

Un cesto de mimbre y en su interior...

Cartón

- Tubos de papel higiénico y de cocina

- Cajas vacías

Metal

- Bote de crema de manos vacío

- Tapas 

Tela

- Corbata

- Pompones de lana

- Monedero de Cuero

- Lazos de colores (*)
- Pelota de padel

Elementos de la Naturaleza

- Conchas grandes

- Caracolas

Corcho

- Tapones de Cava (los de vino NUNCA)

Madera

- Cucharón

- Tubo para amasar 

- Aro de cortinas (*)

¿Cómo se juega?

Esto es lo más sencillo. Nosotros ponemos una alfombra y sobre esta a mi Bixi y el cesto. Y dejamos que ella vaya cogiendo, observando y experimentando libremente sin intervenir en ningún momento a (siempre que no haya peligro, claro).

Quitamos de alrededor suya lo que puede ser una distracción, y aveces le pongo música clásica suave.

A día de hoy le sigue gustando mucho, mira los objetos, se los lleva a la boca, los deja caer, los vuelve a coger... y así puede estar hasta veinte minutos.

¿Qué pretendemos conseguir con este juego?

Es una actividad física y mental, ya que estimula el aprendizaje a base de experimentar, explorar e investigar.

Su vista, oído, tacto, olfato, incluso el gusto (los sentidos) se van desarrollando mientras manipula libremente esos objetos. Además, de ir interiorizando conceptos como cantidad, volumen, capacidad, equilibrio, etc

Ejercita su autonomía y su capacidad de elegir y decidir, ya que nadie les dice lo que tienen que hacer.

Estimula la concentración, la atención, coordinación corporal y las habilidades manipulativas.

Favorece la creatividad, ya que puede hacer con los "juguetes" del cesto de los tesoros lo que quiera y a su propio ritmo.

También podemos ayudar a favorecer la socialización, la interacción y la comunicación con otros bebés en el caso de que jugaran dos o tres bebés con el mismo cesto (aún no lo hemos probado).